El "bien" de Aquino y el "placer" de Epicuro
Cuando mencionamos lo que se conoce como teoría ética, hay que tener mucho cuidado de no caer en incoherencias ni ideas vagas. Esto porque poder explicar cuando una acción humana es moralmente aceptable, se tiene que tomar muchos puntos en cuenta y no solo una perspectiva.
Para comprender este concepto se define lo que es la búsqueda de la felicidad y la cuestión de la qué es la dignidad humana. Aristóteles definía la búsqueda de la felicidad como el punto de partida y principal motor del ser humano, siempre y cuando se manejase con racionalidad y prudencia.
Otro importante pensador fue Santo Tomas de Aquino el cual durante el siglo XIII impulsa la filosofía aristotélica con el pensamiento cristiano, haciendo compatible un puente entre los dos. Aquino acepta el principio aristotélico de que el fin último del hombre es la felicidad y que la fe tiene que ser una aliada de la razón. Estas dos últimas premisas son las que Aquino define como el bien común y absoluto del hombre.
Si analizamos a otro pensador con una perspectiva distinta, podemos encontrar a Epicuro. Este ultimo presenta un pensar conocido como individualismo epicurista, en donde esa búsqueda de felicidad implica en realidad un búsqueda de un placer de carácter simple pero que es capaz de ofrecer paz y tranquilidad, y no optar por algo utópico o imposible de alcanzar. Aquí vemos como Epicuro ponen en juego la ficha de la razón como mediador fundamental para no perder la realidad en que uno se presenta. Trata de hacernos comprender que la felicidad es fácilmente alcanzable una vez se hayan satisfecho unas pocas necesidades naturales indispensables, ya que la felicidad no es otra cosa que la ausencia de dolor físico y un estado de ánimo libre de cualquier conflicto o pasiones (ya las pasiones las hemos entendido de otra forma).
Analicemos todo esto y vemos como son prospectivas validas y concretas en argumentos.
¡Nos vemos!

Jaime y la civetta
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